Esto me llevó a preguntarme: ¿Qué significa realmente esta afirmación? ¿Es posible que Jesús haya reencarnado, juzgado a las naciones y desatado el apocalipsis cristiano? ¿Qué hay de verdad en estas ideas o son simples supersticiones, producto de delirios místicos? Y, ¿es el rastafarismo una religión reconocida como tal?
La Verdad Oculta y el Regreso del Mesías
La canción proclama que "rasta canta y avisa que el Cristo ha reencarnado", sugiriendo que la Segunda Venida de Cristo ya ocurrió. Desde una perspectiva cristiana tradicional, la Segunda Venida no es el inicio del Apocalipsis, sino su culminación definitiva: el fin de una era y el comienzo del reinado eterno de Dios. Según la creencia rastafari, esta venida se produjo en la persona de Tafari Makonnen, el futuro emperador de Etiopía, Haile Selassie I.
Haile Selassie I: El Mesías de Etiopía
Nacido el 23 de julio de 1892, Haile Selassie I fue Emperador de Etiopía desde 1930 hasta 1974. Su reinado fue uno de los más largos y transformadores del siglo XX. Fue un líder que impulsó la modernización de su país, aboliendo la esclavitud, expandiendo la educación y promulgando una constitución.
Un aspecto central de su figura, especialmente para el movimiento rastafari, es su veneración como una figura mesiánica, el Mesías retornado y una encarnación de Dios (Jah). Los rastafaris lo consideran el "Rey de Reyes" y "León Conquistador de la Tribu de Judá". Esta creencia se fundamenta en interpretaciones de profecías bíblicas y en la línea de sucesión de Selassie, que, según la tradición etíope, se remonta al Rey Salomón y la Reina de Saba. Es crucial destacar que Haile Selassie, un devoto cristiano ortodoxo, nunca apoyó explícitamente esta divinización, pero su imagen y figura son irremplazables para la fe rastafari en todo el mundo.
La canción de Zona Ganjah refuerza esta idea al citar: "Veintitrés de Julio de mil ocho noventa y dos, bendito día, manifestación, rayos, truenos, lluvia caía, porque un niño nos ha nacido, un niño se nos ha dado, se cumplía la profecía. Sobre su hombro el regir sobre el trono de David, de su reino no habrá fin, según Isaías. Descendiente directo de la raíz de David, de la salomónica dinastía".
La Conexión Bíblica según el Rastafarismo
Aunque no hay una profecía bíblica que mencione explícitamente a "Rasta" o a Haile Selassie I por su nombre, el movimiento rastafari interpreta varias escrituras para fundamentar sus creencias:
- El León de la Tribu de Judá: Este título, emblemático de la monarquía etíope y de Haile Selassie, se vincula con Apocalipsis 5:5: "Y uno de los ancianos me dijo: No llores; he aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos." Para los rastafaris, Haile Selassie es el cumplimiento de esta profecía, ligándolo al linaje de David y, en última instancia, a Cristo.
- Rey de Reyes y Señor de Señores: El 2 de noviembre de 1930, en la Catedral de San Jorge en Adís Abeba, Haile Selassie fue coronado con el título de "Rey de Reyes, Señor de Señores". Este evento histórico, documentado por medios occidentales de la época como The Times y The New York Times, resuena con Apocalipsis 19:16: "Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: Rey de Reyes y Señor de Señores." Esta correspondencia, para los rastafaris, es una evidencia de su divinidad.
- El Trono de David y la Dinastía Salomónica: La canción menciona: "Según Pedro en Hechos cuenta el Cristo se reencarnaría y en el trono de David se sentaría. Rey de reyes, Señor de señores, León de Judah lo nombrarían, con esto lo coronarían: mil nueve treinta en Etiopia esto sucedía, era el retorno del Mesías".
La base de esta creencia radica en la Dinastía Salomónica de Etiopía. Según la leyenda del Kebra Negast, los emperadores etíopes descienden del Rey Salomón y la Reina de Saba a través de su hijo Menelik I, quien supuestamente llevó el Arca de la Alianza a Etiopía. Haile Selassie, como el 225º descendiente directo de esta línea, es visto como el legítimo heredero del Trono de David en la Tierra. La promesa bíblica en 2 Samuel 7:12-16 sobre la perpetuidad del linaje de David y su trono eterno es interpretada por los rastafaris como cumplida en Haile Selassie I.
- Etiopía y el Salmo 68:31: La canción también alude a la importancia de África: "No miraron hacia África". El Salmo 68:31: "Príncipes vendrán de Egipto; Etiopía se apresurará a extender sus manos hacia Dios", es interpretado por los rastafaris como una profecía del resurgimiento espiritual de África, con Etiopía como centro.
¿Verdad o Superstición? Y ¿Es el Rastafarismo una Religión?
Las preguntas sobre la verdad o superstición de estas creencias son complejas. Desde una perspectiva cristiana ortodoxa o tradicional, la reencarnación de Jesús no es una doctrina aceptada. La Segunda Venida de Cristo se espera como un evento singular y final, no como una serie de reencarnaciones. Para la mayoría de los cristianos, la idea de que Jesús ya reencarnó en Haile Selassie I y que el Apocalipsis ya comenzó o está en curso de esta manera, no es compatible con sus textos sagrados y teología. Las interpretaciones rastafaris de los versículos bíblicos son distintas y únicas, enfocadas en una visión afrocentrista de la divinidad y la liberación.
En cuanto a si el rastafarismo es una religión, la respuesta es sí. Aunque comenzó como un movimiento socio-político en Jamaica en la década de 1930, evolucionó y se consolidó como un movimiento espiritual y religioso. Posee un sistema de creencias distintivo, una figura central de veneración (Haile Selassie I), prácticas rituales (como la meditación, el uso de la marihuana sagrada, la música reggae), una cosmovisión particular (Babilonia como el sistema opresor, Zion como la tierra prometida), y una fuerte identidad cultural y comunitaria.
Finalmente, si Haile Selassie fue el Mesías retornado y murió en 1975, ¿por qué el mundo no experimentó la erradicación del mal, el juicio a la humanidad, el establecimiento del Reino de justicia y verdad de Dios, o la purificación de la Tierra, como se esperaría del Apocalipsis cristiano? Esta observación subraya la divergencia entre la expectativa profética y la realidad histórica. La respuesta a esto recae en la fe y la interpretación individual dentro de las creencias rastafaris, que a menudo enfatizan una transformación espiritual interna y una liberación gradual, más allá de un evento cataclísmico y definitivo en un momento específico. En consecuencia, todo esto no deja de ser curioso, así que se lo dejamos ahí al lector, para que éste saque sus propias conclusiones.
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