Mostrando las entradas con la etiqueta #ensayo #bolaño #literatura #reflexión #madres. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta #ensayo #bolaño #literatura #reflexión #madres. Mostrar todas las entradas

miércoles, 9 de junio de 2021

Día soleado, invierno, Roberto Bolaño y mi madre

A la luz de varios años ya sin mi madre y todo lo que ello significa en términos emocionales, recuerdo aquella visita que le hice, si la memoria no me falla, una semana antes que ella se apagara como una vela que se consume hasta no iluminar más una habitación. Esa tarde ella me pidió que la acompañara a tomar sol al balcón de su departamento. Era julio y esa mañana era radiante: el sol calentaba y madre sentada en su silla de ruedas, acomodaba su chal en la falda y encendía su cigarrillo correspondiente, sin embargo, el sol no era capaz de tostar siquiera al turista más pálido que podamos encontrar en una playa cualquiera. Escribo esto a propósito, obviamente de mi madre, pero también por un texto de Roberto Bolaño que he leído hace poco y que me ha hecho pensar en las intuiciones y las capacidades analíticas de un escritor y las pequeñas sorpresas con las que nos encontramos cuando los textos tocan a nuestra puerta. Sol y calavera me impresionó, porque Bolaño es capaz de identificar la pronta visita de Tánatos en los rostros de aquellos que partirán pronto a otras esferas de la existencia o se disolverán para siempre en la eterna nada. También pude ver la presencia de la muerte en la cara de mi madre, a propósito de lo que dice el texto, pero en ese momento no lo asocié inmediatamente al sueño eterno. Estuve con ella a su lado esa mañana, mientras tomaba aquel sol de invierno, fumando y sencillamente mirando todo lo que podía ver en ese momento: los rayos del sol, el humo azul que gira caprichoso al son de la brisa, el picaflor que visita la flor, en fin... disfrutaba ella de todo eso como queriendo despedirse de las cosas simples de la vida. Y yo en ese momento: leyendo Los papeles del Club Pickwick y pensando que hay tantos filántropos en nuestra patria, que no caben todos en el territorio, y que podrían ayudar tanto a tantos en tantas materias urgentes que son necesidad diaria, de la gente pobre como nosotros. Pero, volviendo al sol y la muerte, pienso ahora que yo soy la mujer que leía y acompañaba a su marido mientras éste bañaba su cuerpo esquelético en el benigno sol. Dice Bolaño que aquel hombre recibía los rayos ultravioletas no con la preocupación latente de cuidar su piel del daño generado por la exposición prolongada al sol, sino que lo hacía con una  despreocupación, dignidad, valentía y delicadeza, ante la conciencia de que se despide de aquella luz solar que tanto representa para el ser humano y que tanto bien hace a toda la vida en el planeta. También hacía esto mi madre, pero lo hacía con el sol débil de invierno, no como el viejo turista de Bolaño que recibía la energía del astro rey en la época del estío del hemisferio norte. El rostro de mi madre no era precisamente el de una calavera al sol, pero sí estaba demacrado y delgado. Siempre la falta de carne nos deja un aspecto de esqueleto, es el signo de que la muerte quizás llegue pronto, eso no me preocupaba. Al contrario lo comprendí y acepté. 
Para mí los paralelismos, las coincidencias y lo fortuito no están separados por la distancia y por la muerte. Al contrario, la lectura de un texto me lo aproxima, y me hace comprender que el texto del escritor chileno, para mí en estas circunstancias, se transforma en un puente que nos trae a la memoria los recuerdos y con éstos, vienen aparejada la reflexión y el descubrimiento de aquello que creemos perdido para siempre, como la muerte de un ser querido, y que, no obstante, nos brindan una bonita posibilidad de maravillarnos ante el hecho de que a veces compartimos más cosas de lo que creemos con nuestros escritores favoritos. Y eso es un consuelo y una invitación a recordar una vez más a mi amada madre. 


El reinado del narco

 Matan a un cabecilla narco en Chile, evidentemente fue un ajuste de cuentas. Todos en la población se alertan. Algunos no saben quién pudo ...