Los palos que pega el surcoreano
En esta sociedad actual se está perdiendo la capacidad de relacionarse con el Otro, nos dice con fuerza Han. Se comienza a negar a ese Otro en todos sus aspectos más distintivos como persona, lo que se traduce en un aislamiento y en la confirmación del propio yo como elemento único en la vida del hombre. En este libro del catedrático y reciente galardonado con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2025, aparecen sus conceptos claves, de otras obras ya publicadas, tales como: el sujeto que se explota a sí mismo (la sociedad del cansancio 2010) a través de la lógica del rendimiento. Acá se erosiona el Eros potentemente. Los palos al internet y su sobre exposición permanente (La sociedad de la transparencia 2012), en la versión de las redes sociales y otras actuales; es lo que se pueden asociar perfectamente a una desaparición del misterio y la negatividad del Otro. En este sentido, es como si nos quisiera decir el autor, que en nuestra era digital cada vez estamos más lejos del otro y que no tenemos una fuerza vivificante que nos conecte con ese Eros que se disuelve.
Esta es una sociedad del rendimiento que sólo nos imprime la idea de rendir bajo cualquier lógica. Todo es susceptible a ser consumido, y en ese sentido, las relaciones entre las personas se transforman en meras transacciones. Nos transformamos en meros objetos que podemos ser consumidos para el goce y deleite de la satisfacción inmediata. Consumir y desechar al Otro, es otro aspecto de erosión, que aniquila la profundidad y duración del Eros en esa interacción humana. Bajo esta lógica argumental llegamos a la crítica a la pornografía como la anitítesis del Eros. Es así como en esta línea, Han, plantea que el capitalismo incrementa el progreso de lo pornográfico en la sociedad, ya que todo es expuesto como mercancía. Esto es profanar al Eros, lo cual se realiza como desritualización y desacralización, lo que lleva como consecuencia una conversión en porno al Eros.
No todo en este libro, respecto al Eros y su agonía, debe ser entendido en términos románticos o sexuales. Es en este sentido, cómo el autor de la sociedad del cansancio, nos muestra una conexión entre el Eros y el pensamiento es otro aspecto interesante de la obra. En cuanto a esta conexión que hace el autor, es importante destacar que el Eros y su agonía, se deben entender como esa falta de pasión y creatividad que se ha ido perdiendo en el desarrollo de las artes y del pensamiento humano. Esa capacidad de salir de uno mismo para encontrarse con la alteridad, y desde allí, potenciar aspectos creativos nuevos e innovadores y generar otros aspectos de lo erótico, se ha ido difuminando actualmente. Byung-Chul Han, nos advierte que este fenómeno se está dando en el pensamiento, la literatura y el arte. No hay una capacidad de ir más allá de lo conocido y explorar nuevas ideas. En consecuencia, esta agonía, también, es una agonía del pensamiento creativo y crítico, que ha perdido la brújula de la pasión de Eros.
Concluyendo esta breve reseña, establecer es meritorio, que el surcoreano-alemán nos alerta muy bien respecto de lo que nos está sucediendo como sociedad en este sentido. La alarma se encamina a la visión de una sociedad cada vez más dominada por el narcisismo y enferma de pérdida del deseo. Los individuos se vuelven progresivamente incapaces de relacionarse entre sí e insiste, el filósofo, en la necesidad de recobrar la capacidad de poder decir que no. También se destaca categóricamente que en nuestra época la hipertransparencia, el hiperconsumo, el exceso de información y la positividad son los elementos que nos conducen a una sociedad del cansancio por excelencia. "La agonía del Eros" aplica y enfoca las críticas más amplias de Han sobre la sociedad del rendimiento, la transparencia y el narcisismo al ámbito específico de las relaciones eróticas, mostrando cómo estas dinámicas contemporáneas están transformando y, en su opinión, debilitando la experiencia del Eros y por ende del amor en el sentido más puro y humano posible.
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